sábado, 18 de mayo de 2013

Otra vez... (relato, capitulo 1)

Se despertó sudoroso, con el pelo alborotado y sin camisa sobre el duro suelo de parqué...
le había vuelto a pasar, fuera lo que fuera aquello se le estaba yendo de las manos...
Pero era tan adictivo...

Al incorporarse se mojó los pies...había derramado la botella de agua,
de pronto se acordó de la enorme sed que tenía y aligeró el paso hasta la cocina
para saciar su sed y también su apetito...poco a poco iba recobrando el control
de su cuerpo e iba percatándose de sus carencias fisiológicas...

Empezaba a dudar de si era mejor hacerlo estando solo en el piso, o cuando estuvieran
los compañeros por si le pasaba algo... pero pensaba que de momento era mejor
investigar por su cuenta...

Menudo dolor de cabeza...aunque este quedaba en un segundo plano recordando las maravillas que había podido descubrir aquella noche...cada día que pasaba podía apreciar las cosas con mayor claridad, aunque había días que no conseguía sacar nada en claro de la piedra... por prudencia esos días descansaba de intentarlo con otra y apartaba las piedras hacia un rincón...

Llevaba experimentando con ellas desde hacía un mes, y cada día dudaba más si todo lo que veía eran delirios, sueños muy realistas, efecto placebo... Si las piedras eran simplemente tóxicas, hechas de algún tipo de material que se iba evaporando de forma imperceptible e inodora pero que el respiraba y le sedaba... Eso sería lo más lógico, pero a ver a quien se lo contaba...

Se dio cuenta de que había visto algo importante...mientras desayunaba quiso recordar el "sueño" de aquella noche, aprovechando la claridad con la que estaba viviéndolos quiso analizarlo con detalle...

Para centrarse empezó a recordar desde que entraba la habitación, cerraba la puerta aunque estaba solo, abrió las ventanas de par en par, bebió abundante agua y dejó la botella en medio de la estancia... sacó la mochila de debajo de la cama y como siempre seleccionaba la piedra que más le llamase, todas eran preciosas...pero ese día había escogido una piedra que parecía un zafiro tallado...

Al sostenerla ya empezó a notar el calor que irradiaba, ese día podía sentir como le fallaban los sentidos con solo tenerla en la mano, el calor se iba extendiendo cada vez más rápido por todo su cuerpo, se le aceleró el corazón, antes de que no pudiera controlarse se sentó de rodillas y entonces sosteniendo la piedra entre las manos bajó la cabeza y vió a través de ella...

lunes, 13 de mayo de 2013

Hola mundo!

Mi enésimo blog está aquí y por primera vez geoposicionado.
Inténtalo de nuevo, falla otra vez, falla mejor 
                                    Samuel Beckett